DESCUBREN UN POSIBLE INTERRUPTOR CEREBRAL QUE PODRÍA ENCENDER O APAGAR NUESTRAS ANSIAS DE DULCE

Un estudio describe el complejo circuito de nuestro cerebro que nos permite identificar los sabores e incluso anularlos.

Un nuevo estudio ha revelado que el cerebro está programado para generar respuestas a gustos específicos. El conocimiento de este complicado sistema podría, por ejemplo, permitir a los científicos "apagar" un antojo de dulce alterando o bloqueando dichas respuestas.
Se ha demostrado que los receptores en la lengua que responden a uno de los cinco sabores que somos capaces de identificar envían señales a partes específicas de la corteza del cerebro, es decir, en el cerebro hay distintas partes relacionadas con un tipo concreto de sabor.
La amígdala es la clave
Los investigadores diseñaron genéticamente ratones para producir proteínas fluorescentes en las neuronas: verdes en la corteza dulce y rojas en la corteza amarga (Véase en la imagen). Estaban especialmente interesados en la amígdala, una estructura cerebral involucrada en el procesamiento de la emoción y la asignación de valores positivos o negativos ( si algo nos gusta o no).





Tras muchos experimentos, observaron que la especialización en diferentes áreas de la corteza era notable: células dulces conectadas principalmente a un área llamada la amígdala basolateral anterior, mientras que las células amargas se unían principalmente a la amígdala central.
A cada sabor, un comportamiento
El dulce es un sabor atractivo mientras que el amargo es desagradable, En relación a estos dos sabores los investigadores realizaron un curioso experimento en el que dieron a los ratones un químico amargo (quinina) o una solución dulce (el edulcorante artificial AceX), y luego monitorizaron el comportamiento al beber mientras activaban las conexiones con sus amígdalas. Al activar las conexiones dulces, los ratones que bebían quinina empezaron a beber más, mientras que la activación de los amargos convirtió el normalmente atractivo sabor dulce en uno horrible. Estos resultados muestran que la amígdala es fundamental para determinar la valencia de los sabores.  
Anular el gusto por completo
Los expertos consideran que anular el gusto podría ser útil a la hora de tratar a personas con problemas graves de obesidad bloqueando ciertas respuestas a ciertos gustos. Incluso puede servir para analizar trastornos alimentarios, ya que la valencia de los alimentos puede estar relacionada con la culpabilidad que se experimenta en enfermedades como la anorexia.
¿Sería ético manipular o jugar con el cerebro para mejorar la salud?

Pilar Hernández Embid
Fuente: http://www.quo.es/ciencia/interruptor-cerebral-apagar-ansias-de-dulce

Comentarios

Entradas populares